El consumo en Argentina cayó un 7,7% en mayo y marcó el peor descenso del año
Según el informe reciente de la Cámara Argentina de Comercio, sectores como indumentaria y recreación continúan en declive, reflejando la presión sobre los ingresos familiares que priorizan gastos en alimentos y bebidas.
El informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) reveló que en mayo de 2024 hubo una significativa caída del consumo, con una disminución interanual del 7,7%, marcando así el descenso más pronunciado del año. Este dato coincide con una inflación del 4,2% durante el mismo mes.
El ingreso nominal promedio por hogar se estima en $1.084.000, reflejando una caída interanual del 21% en el poder de compra real. “Esto implica una profundización de la pérdida real del poder adquisitivo de los individuos. El acumulado en 2024 respecto a 2023 refleja una baja del 4,3% en la comparación interanual, y se espera que la evolución negativa continúe, aunque cabe esperar mejoras intermensuales de la mano de la paulatina recuperación de la economía”, detalla el documento.
El gasto de las familias ha experimentado una reestructuración, priorizando el consumo de alimentos y bebidas mientras disminuye la compra de indumentaria y recreación. Sin embargo, se observó un aumento en el consumo de servicios públicos, vivienda y alquiler en mayo.
“De esta forma, el índice de consumo acumula en los primeros cinco meses del año un decrecimiento de 4,3% interanual, marcando un profundo deterioro en el consumo llegando a mediados del año. Continúa la tendencia bajista en las tasas de crecimiento interanual exhibidas por el IC a partir de enero y marcan en mayo 2024 el mayor valor negativo registrado desde febrero 2021″, explicita el informe.
La inflación, aunque desacelerada temporalmente debido a la postergación de incrementos tarifarios en gas y electricidad, podría acelerarse nuevamente con su efectivización, lo cual “podría acelerar nuevamente la inflación e impactar negativamente en el poder de compra de las familias”, señala el documento. Y agrega: “Se aumentaría el gasto en vivienda y reduciría el poder de compra para otros rubros”.
En cuanto al mercado laboral, “el contexto recesivo reduce la posibilidad de aumentos nominales en el salario que permitan una recuperación de la demanda”. “Los incrementos de AUH y tarjeta alimentar y la persistencia de bonos a jubilados parecen no ser suficientes para recomponer el poder de compra de los sectores más vulnerables”, indicaron en la CAC.