En medio de la incertidumbre financiera, las acciones en Wall Street intentan estabilizarse

En un mes tradicionalmente asociado con el reacomodamiento de carteras, el mercado neoyorquino busca contrarrestar las ganancias de la sesión anterior y ofrecer seguridad a los inversores.

Este miércoles, el S&P 500 se mantiene ligeramente en positivo, con un aumento del 0,4%, mientras la bolsa de Nueva York intenta recuperarse tras una jornada de fuertes pérdidas. El Dow Jones Industrial Average subió 90 puntos, equivalente a un 0,2%, y el Nasdaq Composite, que comenzó con una baja del 0,2%, logró revertir la caída y subió un 0,4%.

Nvidia logró recuperarse de una caída inicial del 3%, manteniéndose cerca de la línea plana tras un informe de Bloomberg que reveló que el Departamento de Justicia de EE.UU. envió citaciones a la empresa de chips. Esta noticia llega después de que Nvidia sufriera una caída del 9% el martes, en medio de un retroceso generalizado en las acciones de semiconductores.

Por otro lado, Meta Platforms, Amazon y Microsoft bajaron más del 1%, mientras que el fondo Technology Select Sector SPDR (XLK) perdió un 1%. 

La sesión anterior fue negativa para Wall Street, con los principales índices registrando su peor desempeño desde el 5 de agosto, influenciados por la caída de las acciones tecnológicas y los datos económicos que sugieren un enfriamiento del crecimiento económico en EE.UU.

El mes de septiembre ha comenzado con una tendencia negativa para Wall Street, tras el feriado del Día del Trabajo en EE.UU. 

Las acciones tecnológicas, particularmente las relacionadas con chips y semiconductores, como Nvidia, han sufrido un importante desplome, a pesar de haber sido de las más destacadas del año en el mercado bursátil.

Este comportamiento histórico en septiembre se ha explicado a través de varias teorías. Una sostiene que los traders, al regresar de sus vacaciones de verano, reequilibran sus carteras, lo que genera un aumento en las ventas y una presión a la baja sobre los precios de las acciones. 

Otra teoría apunta a que en septiembre se incrementa la emisión de bonos, lo que desvía capital que, de otra manera, respaldaría el mercado accionario. Finalmente, una explicación sugiere que los fondos mutuos, cuyo año fiscal termina el 31 de octubre, cierran posiciones perdedoras en los últimos meses para optimizar sus impuestos.

Si bien ninguna de estas teorías es definitiva, el impacto de las vacaciones de verano en la actividad comercial se ha reducido en la era de los smartphones y el comercio algorítmico. Además, los fondos mutuos suelen anticiparse a estas presiones estacionales y ajustan sus estrategias con anticipación.

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