El Gobierno cierra el año con un ajuste fiscal récord, con los jubilados como principales damnificados

Con los datos de noviembre por publicarse, el ajuste acumulado ya alcanza el 3,7% en comparación con el déficit de 2023, consolidándose como una de las políticas fiscales más estrictas del año. 

El gobierno de Javier Milei está en camino de cerrar el año fiscal con un resultado que muchos consideraban improbable. Hasta noviembre, el ajuste en las cuentas del Sector Público Nacional alcanzó al menos el 3,7% del PBI, suponiendo que el superávit financiero acumulado del mes se mantuvo alrededor del medio punto. 

El resultado final positivo ya está asegurado, con solo el número de diciembre pendiente, que se conocerá a mediados de enero de 2025. Como el superávit primario acumulado en los primeros 11 meses fue del 1,8% del PBI, para que el resultado final fuera cero, habrían sido necesarios dos meses con un déficit equivalente, algo que no ocurrió.

Si se mantiene el ritmo de ajuste, el gobierno podría cerrar el año con un ajuste fiscal de alrededor del 5% del PBI, tras haber registrado un déficit de 4,43% en diciembre de 2023. Esto implica una reversión del rojo del año pasado y un superávit fiscal adicional de al menos medio punto. En noviembre de 2023, el déficit fue de 3,17% del PBI, y en diciembre de 4,43%. Si el superávit financiero se mantiene en medio punto, el ajuste de diciembre habría alcanzado un 5% del PBI.

Para lograrlo, el gobierno aplicó recortes significativos en áreas como jubilaciones, gasto de capital y transferencias a las provincias. En el caso de los jubilados, se implementó un recorte de aproximadamente 30% en los gastos, mientras que la inversión en infraestructura se redujo, lo que podría afectar a largo plazo el estado de rutas, puertos y energía. Además, las transferencias discrecionales a las provincias se recortaron en un 70%.

Aunque el ajuste se centró en áreas clave como las jubilaciones, el gobierno también logró acumular más de medio punto del PBI en el fondo destinado a los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), aunque solo utilizó una parte de este fondo a lo largo del año. Además, desde la mitad del año, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, ha utilizado Letras Capitalizables (LECAP) y Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) para ayudar al Banco Central a retirar pesos sobrantes del mercado. 

Desde el punto de vista contable, algunos economistas argumentan que, sin el uso de estos instrumentos, el superávit financiero no habría sido posible, aunque otros sostienen que, ajustados por inflación, los intereses generados por estos bonos no afectarían significativamente el superávit.

En cuanto a las cuentas de noviembre, la Administración Pública Nacional (APN) cerró con un superávit primario de $1.14 billones y un déficit financiero de $44.802 millones. Los ingresos totales fueron de $8,88 billones, mientras que los gastos primarios sumaron $7,74 billones, lo que, con el pago de intereses, resultó en un gasto total de $8,9 billones. Estos resultados mostraron una mejora respecto al mismo mes de 2023, cuando se registraron déficits tanto primarios como financieros.

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