Nueva York pone fin a las tarjetas de débito prepagadas para inmigrantes
El alcalde Eric Adams anunció la suspensión de esta política, que beneficiaba a miles de familias extranjeras en la ciudad. La medida, considerada controvertida, tendrá un impacto significativo en la comunidad inmigrante que dependía de este apoyo financiero.

Nueva York pondrá fin al programa piloto de tarjetas de débito prepagadas destinado a inmigrantes con bajos ingresos. Estas personas enfrentan no solo el temor de quedarse sin recursos, sino también la imposibilidad de acceder a un empleo formal debido a su estatus de indocumentados.
El programa fue diseñado como una solución para quienes no tienen acceso a cuentas bancarias, facilitando así la compra de alimentos y el pago de servicios básicos.
En mayo de 2024, el gobernador de Nueva York, Eric Adams, lanzó un programa piloto de ayuda financiera que entregaba tarjetas prepagadas con un bono semanal de USD 350 a familias de cuatro integrantes.
El objetivo era asistir a los indocumentados que, al no poder acceder a empleos formales, carecen de acceso a tarjetas de débito y crédito bancarias. La iniciativa benefició a 2600 familias, distribuyéndose más de 3,2 millones de tarjetas.
“Hemos optado por no renovar el contrato de emergencia para este programa piloto una vez que concluya el período de un año”, señalaron las autoridades estatales de Nueva York, destacando que el elevado costo del programa impacta en la administración.
La entrega de tarjetas prepagadas concluirá en 2025, al completarse el período de 12 meses, dejando a las familias inmigrantes sin esta ayuda económica.
Las tarjetas de crédito son el método de pago más utilizado a nivel mundial, pero no todas las personas tienen acceso a cuentas bancarias que incluyan paquetes de tarjetas de crédito y débito. En estos casos, las tarjetas prepagadas representan una alternativa viable.
Las tarjetas de débito prepagadas operan con fondos que el titular carga previamente, permitiéndoles manejar el saldo a través de aplicaciones o plataformas según sus necesidades. En el caso del programa de Nueva York, las autoridades establecieron criterios de elegibilidad y depositaban semanalmente fondos que las familias podían usar para alimentos y servicios esenciales.