El peso argentino lidera la apreciación mundial en 2024
Según un estudio privado, el peso argentino superó a la lira turca con un aumento significativo de su valor. Mientras tanto, el real brasileño registró una fuerte devaluación. ¿Qué tan competitiva es la moneda local en este escenario?
Un análisis elaborado por GMA Capital, basado en datos del Bank for International Settlements (BIS), reveló que el peso argentino registró el mejor desempeño global, superando ampliamente a la lira turca, que se revalorizó un 16,5% durante el mismo período. El tercer puesto en el ranking fue ocupado por Malasia, seguido de Sudáfrica y Tailandia.
En el extremo opuesto, entre las monedas más depreciadas se encuentran, después de Brasil, las divisas de México y Hungría, junto con las de Corea del Sur, Suecia, Colombia, Chile, Filipinas, Japón y Chequia.
La notable apreciación del peso argentino, que lo posicionó como la moneda más fortalecida a nivel global, se debe principalmente al esquema cambiario vigente. Este modelo se caracteriza por un estricto control cambiario (cepo) y un ritmo de devaluación mensual del 2%, un ajuste que se mantuvo significativamente por debajo de la inflación medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) durante 2024.
En este contexto, GMA Capital destacó que el tipo de cambio real multilateral (TCRM), un indicador clave de la competitividad precio de la economía, ha caído a niveles mínimos desde 2015, acercándose a los valores registrados a fines de 2001.
“Según los manuales, esta situación no es inocua para el sector externo. Por caso, en septiembre, y por cuarto mes consecutivo, el saldo de cuenta corriente cambiaria arrojó un valor negativo. Esta vez fue por u$s700 millones, acumulando una salida de divisas por u$s3.636 millones en el tercer trimestre, con un tipo de cambio promedio de $1.080 por dólar a precios de hoy. Si la cuenta corriente ya comienza a sufrir, ¿qué queda para lo que vendrá?”, consideró la consultora.
“Pero la realidad siempre es más compleja. Por eso, la métrica del tipo de cambio real, un factor que muchos economistas consideran endógeno (es resultado de la interacción de otras variables fundamentales) constituye tan solo un medidor de la competitividad. Existen otros indicadores que nos podrían aclarar un poco más acerca de la situación del mercado externo argentino”, agregó.
