Servicios: las tarifas de gas y luz podrían aumentar según la inflación futura desde julio
La Secretaría de Energía anunció planes para ajustar mensualmente las tarifas del mes próximo. Aunque el mecanismo está en desarrollo, aún no se ha definido con precisión qué indicadores se utilizarán para implementar estos aumentos.
Después de oficializar la suba, el Gobierno confirmó que planea aumentar las tarifas de luz y gas a partir de julio, basándose en la inflación futura.
La Secretaría de Energía está desarrollando un mecanismo para realizar actualizaciones mensuales con el objetivo de limitar el impacto de los aumentos, en caso de que la desaceleración de los precios continúe. Sin embargo, aún no se ha definido el indicador que se utilizará para esto.
Mientras tanto, el Gobierno anunció los nuevos valores mayoristas para el gas y la electricidad. Además, redujo los topes máximos de consumos subsidiados para usuarios de ingresos bajos y medios (N2 y N3). Según cálculos privados, esta decisión podría resultar en aumentos de más del 100% en las facturas invernales de esos hogares.
Con cuatro resoluciones de la Secretaría de Energía, se inició el denominado período de transición, que irá de junio al 30 de noviembre, según el decreto 465 emitido a finales de mayo. El objetivo es reemplazar el régimen de subsidios generalizados por uno “focalizado en quienes lo requieren”.
Según explicó el ministerio, el nuevo esquema establece que “el costo del kilovatio por hora de energía eléctrica y metro cúbico de gas natural es idéntico para todos, y la asistencia que le brinda el Estado a los usuarios según su capacidad de pago y que alcanza hasta un límite de consumo mediante el reconocimiento de un pago menor (bonificación)”.
Todo consumo que supere estos límites, independientemente de la categoría del usuario, se pagará al costo “real”. En este contexto, Energía estableció un nuevo precio para el gas en el punto de ingreso al sistema (PIST) a USD 3,30 por millón de BTU, un 20% más que el valor actual, aunque inferior a lo previsto para mayo.
Además, se fijó un incremento del 28% en el precio mayorista de la energía eléctrica (PEST) hasta el 31 de julio, elevándolo a $59.298 por MWh, desde los $46.018 del verano.
El impacto final de esta decisión dependerá del consumo y la zona, y comenzará a reflejarse en las facturas que lleguen a finales de julio, debido a los plazos de facturación. Estas subas se sumarán a los aumentos ya cobrados, que promediaron el 500%. Según cálculos privados, los nuevos aumentos podrían alcanzar el 150% para algunos usuarios de clase media.
El Gobierno aún no ha aplicado los incrementos por transporte y distribución de gas y electricidad, que debían comenzar en mayo y fueron congelados por decisión del ministro de Economía, Luis Caputo.
Asimismo, la Secretaría de Energía, dirigida por Eduardo Rodríguez Chirillo, revisará la categorización de los usuarios en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) para asegurar que los inscritos cumplan con los requisitos para recibir asistencia.
El objetivo no es cambiar los criterios para acceder a los subsidios, sino examinar las características actuales de los usuarios y verificar si corresponden al nivel en el que están registrados.
En este sentido, el Gobierno planea publicar una reglamentación que especifique los pasos para que los usuarios realicen una declaración voluntaria de sus ingresos, confirmando que se encuentran dentro del nivel correspondiente. También se prevé la creación de un call center para que los usuarios puedan consultar si están correctamente registrados.